Técnica, calidad, velocidad, visión de juego o fuerza son varios de los apelativos necesarios para lograr ser un jugador completo, pero a esto hay que sumar un aspecto importante en cualquier deporte y que la ausencia de este podría suponer una derrota.
La concentración es clave en los deportistas. Esta ha sido clave en los éxitos deportivos de, por ejemplo, Rafael Nadal o ha podido llevar, en baloncesto, a que el Unicaja de Málaga no haya conseguido el pase para la Copa del Rey a estas alturas cuando es un equipo que, a priori, debería aspirar al título.
Pero centrémonos en el fútbol. El Atlético de Madrid, histórico pupas del fútbol español por su mala suerte o decepciones deportivas debido a su gran irregularidad, es un gran ejemplo de que la concentración te puede hacer perder un partido. El pasado jueves, se adelantó en el marcador en el minuto 7 y, a partir de ahí, solo pudo verse una llegada más de los atléticos a puerta, lo que les llevó a perder el partido. Este hecho no solo ha ocurrido en este partido, sino que le suele ocurrir en la mayoría de partidos que, hipotéticamente, debería ganar el Atlético de Madrid. La defensa del Atlético ha sido en los últimos años un desastre en cuanto a concentración se refiere, lo que les ha llevado a ser el objetivo de las críticas.
No solo se puede observar este aspecto en el Atlético de Madrid. El Málaga de comienzos de la temporada del entonces entrenador del equipo andaluz, Jesualdo Ferreira, tenía como principal obstáculo la falta de concentración. Los innumerables fallos defensivos de la zaga malagueña les ha llevado a ser el equipo más goleado de la Liga e, incluso, de Europa.
Además, el pasado año, la defensa del Barcelona también fue criticada por este aspecto. El Barcelona, con su juego de ataque y posesión total, está siempre expuesto a que el contrario realice un contraataque, por lo que la concentración de la defensa debe ser máxima, cosa que no se veía en ciertos partidos y lo que llevó a que se llevasen algunos sustos.
Un claro ejemplo en el que se puede ver la importancia de la concentración es el rendimiento de Karim Benzema. El delantero francés, cuestionado en los últimos días en la capital española, carece de la concentración que se requiere en la punta de ataque del Real Madrid y, quizás, ese sea el punto negro que le hace ser tan irregular y fallón de cara a gol. Por el contrario, Cristiano Ronaldo es el que remata los balones a los que no llega Karim, dada la diferencia entre el carácter de un jugador y otro. Mientras que Cristiano es un chico eléctrico e impuslivo, Karim muestra un carácter tranquilo y pasota en el terreno de juego.
Quizás, la mejor fórmula para resolver ciertos problemas en algunos equipos no sean los fichajes, sino el intento de reactivar a sus propios jugadores.
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