jueves, 6 de enero de 2011

Carta a Manolo Preciado

Gracias por devolvernos diez años después a la élite del fútbol. Por volver a hacernos soñar, por enseñarnos de nuevo a sonreír. Gracias por devolver a Gijón al sitio que se merecía. Gracias, porque conseguiste que un 15 de Junio de 2008 fuera fiesta local en Gijón y gran parte de Asturias, con la gente lanzándose a las calles. Y mil gracias por llegar cuando nadie quería venirse aquí. Llegaste a un sitio inhóspito donde sus dirigentes eran gentuza (y siguen siéndolo) y muchos rehuían de entrenar aquí debido a los problemas internos (incluso propios sportinguistas de toda la vida).

Dicen que todo se acaba y puede que tu final esté cerca. Una lástima que el mejor entrenador del Siglo XXI en el Real Sporting tenga que irse de esta manera. Has pasado a la historia de este equipo como el entrenador que ascendió a un equipo mediocre a Primera División y luego lo mantuvo dos años con jugadores en su mayoría limitados para la categoría. Hiciste del agua vino con la magia. No somos el F.C Barcelona ni tenemos la economía del Madrid pero, desde luego, no tienes que envidiar en nada las Champions de Mourinho. No es fácil hacer un equipo competente con un presupuesto nulo y unas fichas bajas. No es fácil subir a un equipo que tiraba más hacia Segunda B que hacia Primera. No es fácil. Y de eso en Gijón todo el mundo se tuvo que dar cuenta. Es ahí cuando verdaderamente se ve quién es un gran entrenador además de una gran persona.

Y cuando llegó el ascenso...el inesperado ascenso. Creo que en mi vida no se me olvidarán esos sentimientos en el estadio después de ver que mi equipo volvía a Primera División diez años después. Aquel día fue el primero en el que me emocioné con el fútbol. Dentro del estadio fue una fiesta. Pero la que se lió en la ciudad jamás lo había visto. Hiciste de aquel Domingo 15 de Junio una fiesta tremenda en la que a la gente no le importaba si el Lunes 16 se madrugaba o no.

Puede ser que tu tiempo se haya acabado y tengas las horas contadas. Hay desconfianza no solo en la directiva, sino también en el campo y en la grada. Y eso se nota. Una pena que te puedas ir de esta forma tan miserable y no a la altura de la categoría que siempre has demostrado. Categoría de buena gente y buen paisano. Querido por todas partes con tu don, el don de caer bien.

Gracias por este año jugarte tu reputación de buen paisano, por defender al Sporting frente al ''canalla'' de Mourinho. En Gijón deberías de ser considerando uno de esos héroes que devolvió la alegría a una afición tradicionalmente futbolera. No tienes cuatro ligas ni dos champions. Pero tienes el privilegio de haber hecho milagros. Milagros inesperados con muy pocas opciones. Lo difícil es lo que tú has hecho.

Y definitivamente, gracias por tus aires campechanos. Porque cuando aparecías en cualquier rueda de prensa siempre estaba atento a que soltaras alguna de tus frases para poder reírme. Nunca me olvidaré de, "que ni antes fuimos el Bayern Leverkusen ni ahora la última mierda que cagó Pilatos".

Si te vas, gracias por todo. Nunca se te podrá agradecer todo lo que a Gijón y al Sporting les has dado. Ojalá cuando tu camino y el del Sporting se separen la vida te sonría de una vez, te lo mereces.

Gracias, Don Manuel. Gracias, Preciado.

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